Nosotros

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Un concepto diferente de hacer turismo

Cuantas veces uno siente la necesidad de romper con las estructuras y hacer algo distinto, algo fuera de lo normal. Cuando por fin uno se anima a ser “un poco loco” y tiene además la fortuna de cruzarse con otra persona con las mismas inquietudes y falta de cordura, pueden surgir cosas maravillosas como lo que sucedió en esta historia.

sábado, 13 de julio de 2013

Puebla

El 7 de mayo dejamos Xalapa y el Estado de Veracruz rumbo a Puebla, pasando por hermosos paisajes serranos hasta llegar a la gran ciudad.

Una buena opción, sobre todo para los que andan en auto y prefieren evitar el caos, es quedarse en San Pedro de Cholula, decisión acertada en nuestro caso. Todo ha crecido tanto que las ciudades están unidas pero independientes. Cholula tiene ese aire de pueblo, mucho más tranquilo y con una hermosa plaza.


Destino católico por excelencia, existe una iglesia practicamente para cada día del año, si uno no quiere repetir. Claro que nosotros no las visitamos todas, pero sí subimos hasta Nuestra Señora de los Remedios, ya que se tiene una imponente vista panorámica. 

Lamentablemente la visibilidad se encontraba reducida, así que no podían apreciarse los cerros y volcanes de los alrededores, pero nos bastó con la hermosa vista del pueblo. Y todo esto por qué? Bien, la anécdota de esta parte del viaje fue que luego de llegar y acomodarnos, salimos a dar una vuelta por la tarde y empezaron a ardernos los ojos, a picarnos la nariz, etc. Se veía además como una niebla, rarísimo. Nos llamaba tanto la atención que hasta pensamos si sería la nube de contaminación de la que tanto hablan de la capital, loquísimo, si no estábamos tan cerca del DF ... cuestión que al día siguiente nos levantamos, vamos a buscar algo del auto y ahí lo vimos, “cenizas del volcán Popocatepetl”!!!! Creer o reventar, justo había empezado con actividad el día que llegamos – para el que nos conoció durante el viaje, les cuento que el día que llegamos a Bariloche fue cuando lo de las cenizas del Volcán Puyehue, terrible coincidencia y recuerdos nefastos, sobre todo para los queridos habitantes patagónicos!!! Juro que no tenemos nada que ver con estos eventos, es pura casualidad!!!
 Volviendo al tema del relato, una de las características más importantes de este templo al que subimos, es que su altura no se debe a estar construido sobre un cerro, sino sobre las ruinas de una de las pirámides más grandes conocidas del mundo prehispánico, Tlachihualtepetl (cerro hecho a mano en náhuatl), con una base de 400 mts de lado. Una de las tantas formas de avasallar a los nativos, destruyendo su mundo de creencias para imponer una nueva religión. Sea como fuere, el lugar es imponente, ya que domina todo el valle.

Al día siguiente aprovechamos para visitar Puebla, pero al choique lo dejamos descansando y nos fuimos en cole (transporte público colectivo). El centro de la ciudad es hermoso, muy antiguo y colonial, con un notable contenido histórico, ya que fue aquí donde se dió lugar a la Batalla del 5 de mayo de 1862, una de las más significativas para esta Nación. 

Edificios, plazas y paseos complementan y enmarcan al símbolo más destacado de la ciudad, la Catedral Basílica Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, inmensa e imponente. Como elemento arquitectónico, es de un valor incalculable, aunque en mi opinión, el oro que recubre su interior casi por completo, podría alimentar a medio país, será que he visto otras más austeras que impactan más aún por su simpleza. Excesos de su época de construcción tal vez...

Pero esto no es lo único importante de esta región, que seguramente tiene mucho más de lo que nosotros pudimos ver y relatar.



Entre lo que más nos gustó, estuvo una visita, bastante poco convencional, a una fábrica artesanal y Museo Interactivo de la Talavera. El trabajo, el tiempo y la dedicación que demanda esta forma artística tan tradicional de Puebla son invauables. Los distintos tipos de barro se mezclan y trabajan, se separan, se moldean las piezas, que se secan en la bodega, luego al horno a cocerse, para ser pintadas y de nuevo al horno para que se fijen los colores de pigmentos especiales que le dan ese acabado tan brilloso que parece barnizado aunque no lo esté. Y conocer a Margarita, con sus 80 y algunos años, que sigue pintando las piezas de barro como desde hace 60 años atrás.

Realmente dejamos Puebla con un sabor a cultura, historia y tradición que invita a volver. Y hablando de sabores, las comidas poblanas, otro imperdible!

Los dejo por ahora, para que se queden con ganas de más...próximo capítulo: Querétaro!

Muchos besos

2 comentarios:

  1. Ya quiero leer, el de Querétaro =)....GZM

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  2. Sabriii ! que nivel !! Es una forma de ordenar todo... ya con los mails estabamos un poco mareados. Besoo

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