Un concepto diferente de hacer turismo
Cuantas veces uno siente la necesidad de romper con las estructuras y hacer algo distinto, algo fuera de lo normal. Cuando por fin uno se anima a ser “un poco loco” y tiene además la fortuna de cruzarse con otra persona con las mismas inquietudes y falta de cordura, pueden surgir cosas maravillosas como lo que sucedió en esta historia.
Panamá City
A pedido del público que me viene retando
por vaga, seguimos con los relatos...habíamos quedado en nuestro
particular ingreso a Panamá y la amable bienvenida, verdad??
Lo siguiente fue buscar donde dormir: compartimos un taxi con otros
dos mártires con los que habíamos volado, ya que era domingo a la noche y
ya no había transporte público. Nos dejan en la zona de los hostels,
pero no podíamos conseguir lugar,
todo lleno...sumado a que no
teníamos efectivo y no nos aceptaban tarjerta en los pocos hostel que sí
tenían disponibilidad, un garrón! Así que de noche, con cara de
turistas y con mochila a cuestas, empezamos a caminar en busca de algo
con disponibilidad ...lo que fuera... recuerden que veníamos de 4 días
del cruce del Darien. Cuestión que muy tranquilos caminando seguros por
una avenida iluminada de golpe nos encontramos con la boca del lobo...se
venía todo oscurito oscurito. Y aquí se nos presentó una linda anécdota
que paso a contarles: Como se nos estaba poniendo bien feo el camino,
paramos a preguntarle a un señor con cara de buena gente cómo hacer para
irnos para otro hotel que fuera bueno bonito y barato y al que
pudieramos llegar caminando porque no había plata para taxi ni nada
parecido.
En el momento que nos está diciendo que no siguieramos por ahí
que era peligroso para nosotros, pasa una 4X4 polarizada, llega hasta
la esquina, frena y hace marcha atrás hasta donde estábamos. El instante
de desconfianza duró el segundo que tardamos en darnos cuenta que en
esas circunstancias, alguien que intentara ayudarnos con la pinta de
zaparrastrozos que teníamos, o bien era traficante de órganos o buen
samaritano. Optamos por lo segundo y como aquí seguimos, claro está que
no nos equivocamos. Resultó ser un flaco re copado, que vivía desde
hacía dos años en Panamá y trabajaba en algo en relación con la embajada
de EEUU, que nos hablaba mitad en inglés y mitad en español y que por
empatía, ya que le recordábamos a sus años de mochilero, se apiadó de
nosotros y nos llevó hasta el otro lado de la ciudad para dejarnos en
otra zona de alojamientos acordes con nuestro presupuesto. Algún angel
de la guarda que nos lo mandó en ese momento ... cosas lindas que pasan
en el camino no?
Ya acomodados, bañados, comidos y relajados, arrancamos al día
siguiente con toooooodos los trámites para liberar al choique de su
prisión, lo que nos llevó casi tres días. Llegamos justo a sacarlo antes
del feriado largo del 8 de diciembre, no sin padecer claro está...si
Panamá tuviera una Mafalda, su tortuga también se llamaría Burocracia!!!
Festejamos el reencuentro con unas ricas pastas rellenas que hacía
meses que extrañábamos y los días siguientes nos dedicamos a recorrer lo
que nos quedaba de la ciudad. Ediliciamente es en verdad impactante,
muy moderna y antigua a la vez, con un malecón larguísimo, muchos
paseos y espacios verdes. Hicimos también la visita obligada a las
reclusas del Canal de Panamá, que nos encantó, es una obra de ingeniería
magnífica, y con tanta suerte que entre los barcos que cruzaban en ese
momento, pudimos ver a uno de los cruceros más lindos que además llega
siempre a Ushuaia, el INFINITY, así que nos transportamos a las tierras
fueguinas y a los recuerdos con amigos!!! Ahí ya recuperados y con una
mejor imagen de Panamá, partimos rumbo a Costa Rica, a seguir nuestro
destino...
No hay comentarios:
Publicar un comentario