Uno
de sus atractivos, es el Parque Nacional Chapada do Guimarães,
una meseta que parece desprenderse como arrancada de la llanura que
la rodea, donde se pueden apreciar graciosas formaciones rocosas y
visitar interminables cascadas, algo muy pintoresco para conocer,
junto con sus pueblos calmos que se visten de fiesta los fines de
semana.
Y
luego hacia el sur, uno de los destinos, a nuestro parecer, más
increibles de todo esta aventura y centro del presente relato: El
Pantanal.